En el mes de octubre, el Senado bonaerense aprobó la ley de alcohol cero al volante para la provincia de Buenos Aires y si bien resta su sanción definitiva en la Cámara de Diputados, Buenos Aires se encamina a sumarse al resto de las provincias donde ya rige una norma de estas características.
La ley establece que queda prohibido conducir cualquier tipo de vehículo con motor a quien registre una alcoholemia superior a 0 (cero) miligramos de alcohol por litro de sangre. Así como también está prohibido conducir a quienes hubiesen consumido medicamentos, estupefacientes, psicotrópicos, estimulantes o sustancias capaces de disminuir la aptitud para conducir.
Las penalidades a las que hace referencia esta ley no pueden ser aplicadas con carácter condicional ni en suspenso. También se incluyó arresto e inhabilitación para conducir vehículos o determinada categoría de ellos. Esta inhabilitación puede ir de tres (3) a dieciocho (18) meses, de acuerdo con la cantidad de miligramos de alcoholemia en sangre.
En Argentina, 11 provincias y más de 40 municipios tienen una normativa de alcohol cero al volante para todo tipo de conductores de cualquier vehículo motorizado. Esta medida apunta a disociar al alcohol de la conducción, una de las principales causas de siniestros viales graves, ya que en al menos 1 de cada 4 incidentes de tránsito con víctimas alguno de los conductores circulaba bajo los efectos del alcohol.